Sobre la estructrura/formato

Antes que nada, ¡qué buenas noticias Florencia!

Hemos estado hablando entre nosotros sobre la idea de Florencia de diluir la diferencia entre curadores, expositores y conferenciantes. Abrimos el debate para recibir vuestros cometarios:

Si bien la ruptura de atribuciones estancas es muy interesante como concepto y se ajusta más a nuestra forma de trabajo, ante la opción de una equiparación curador/expositor, se nos plantean dudas que tienen que ver con una tradición bastante arraigado por la que, en los casos en los que curadores introducen su trabajo en las exposiciones que comisarían, alguna de sus dos posiciones se pone en cuestión (de alguna manera se ve extraño que el curador juegue el parte de “juez” y “parte”). No es un hecho importante, pero sí nos hace pensar si habría alguna forma de visibilizar los niveles de implicación de cada uno de los participantes sin aplicar denominaciones tan formales como “curador”, y sobre todo teniendo en cuenta que el árbol de participantes, como dice Florencia, se va abriendo y complejizando.

Ahí van varias posibilidades que pueden combinarse:

1. Que el formato entre curadores y expositores sea distinto. Distinto tipo de sobre, por ejemplo. Queda pensar si el contenido es igual o también distinto.
2. Elaborar un mapa que visibilice las conexiones entre participantes. En el momento en que se ve quién conecta a quién, quedan claros los vínculos. Saldría probablemente una red bifurcada.
3. Elaborar un mapa que visibilice el nivel de implicación o participación de cada participante, que podría ser medido con las entradas al blog, o algo así. De esta forma tendríamos unos gradientes que entienden la curadoría no sólo como selección de equipos, sino también como constructor del proyecto.

Resumiendo, que quizás no sea importante pero nos hemos entretenido dandole vueltas y quizás nos permita seguir hablando entre todos de cómo exteriorizamos la estructura de trabajo.